57th & 9th

May
11
2017
San Juan, San Juan, PR
Coliseo de Puerto Rico
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Variada travesía musical con Sting...

El cantante británico solo cantó cinco temas nuevos en su concierto, para dar paso a muchos de sus éxitos solo y con The Police.

De entrada Sting le dejó saber al público que esta noche interpretaría algunos de los temas que lo han convertido en un ícono del pop/rock británico, en las pasadas tres décadas.

A las 9:10 p.m. las cuerdas de su bajo sonaron antes de que apareciera en el escenario del Coliseo de Puerto Rico José Miguel Agrelot.

Uno de sus falsetes más conocidos retumbó en el recinto al comenzar el concierto con "Synchronicity II", éxito de su era con The Police.

El publico, que llenó la versión teatro del recinto, apreció remontarse a dicha era, a juzgar por su animada recepción del segundo tema, "Spirits in the Material World", que también hizo el cantante con The Police.

A uno de sus primeros éxitos como solista, "Englishman in New York", le dio una nueva vida con una guitarra más aderezada de jazz y un reggae más movido. El público la cantó al unísono.

Fue en la cuarta canción que Sting interpretó el primer tema de su disco nuevo, "57th & 9th", que también es el nombre de la gira. Se trató de "I Can't Stop Thinking About You".

"Buenas noches mi querida gente puertorriqueña, estoy muy feliz de estar aquí",  dijo el cantante esforzándose en hablar español, y antes de presentar su banda, en la que están sus hijos Rufus Miller, y Joe Sumner, quien abrió el concierto con The Last Bandoleros de San Antonio, Texas, que también pertenecen a la banda.

"Esta canción se la dedico a la EPA", dijo antes de comenzar a cantar otra de sus nuevas canciones, "One Fine Day", un llamado de urgencia a cuidar el ambiente.
 
El artista retomó la nostalgia con "She's Too Good" y "Hung My Head", sin embargo la mejor recibida de ese bloque fue "Fields of Gold", que hizo reaccionar a la audiencia desde sus primeros acordes.

Sting volvió a subir el ambiente con otros dos temas nuevos con "Petrol Head" y "Down, Down, Down", que sirvió de transición para "Shape of My Heart", en la que se le unió su hijo, Joe, mostrando que tiene un tono de voz metálico melodioso parecido al de su padre.

Sting se presentó en un sencillo escenario, que solo contó con dos pantallas laterales y un juego de luces.

Sin embargo, el artista lo llenó con sus habilidades como músico, ya que estuvo variando entre el bajo y la guitarra, y cantando en vivo con su voz casi intacta a sus 65 años de edad.

"Message in a Bottle", volvió a encender la nostalgia, principalmente tomando en cuenta que fue interpretada en su versión original sin ningún arreglo.

Sting volvió a unirse a su hijo, Joe, para rendirle tributo a David Bowie, interpretando un cover de su tema, "Ashes to Ashes".

A dicho homenaje a su colega británico, quien murió el año pasado, le siguió "50.000", la que Sting escribió la semana en que murió Prince y que también dedicó a Bowie, Glenn Frey y Lemmy, quienes también murieron el año pasado.

Dicha canción fue la última pieza nueva que interpretó el artista en el concierto, pues el resto del repertorio lo dedicó a clásicos.

Le siguió una versión cruda de "Walking on the Moon", en la que se destacó su característico estilo de cantar y la batería.

Sus influencias de reggae, mezcladas con funk, que revolucionaron en los 80, se apreciaron en "So Lonely".

Dicho tema abrió paso a uno de sus temas más exitosos en su carrera como solista, "Desert Rose", en la que mostró su faceta étnica integrando ritmos árabes con toques de música electrónica. 

Su súper éxito, "Roxanne", fue uno de los que creó mas interacción entre el público y el cantante, quien se dirigió en contadas ocasiones a su audiencia, pero siempre que lo hizo se esforzó en hacerlo en español.

Sting cantó en un principio la versión original del tema, hasta que la cambió completamente convirtiéndola en un "jam" de jazz. Ese atmósfera sirvió de transición perfecta para "Ain't no Sunshine", antes de volver a "Roxanne".

Dicho medley marcó la falsa salida, pero en menos de medio minuto, Sting volvió con la potencia de "Next to You".

Pero esa energía se transformó en  euforia con la interpretación de "Every Breath you Take", otro de sus éxitos más grandes.

Sting presentó otra vez a los músicos de su banda, antes de terminar el tema y salir nuevamente del escenario.

El intérprete volvió al escenario para despedirse con "Fragile", acompañado de su guitarra.

"Buenas noches, nos volveremos a ver", dijo antes de abandonar definitivamente el escenario.

(c) Primera Hora by María Ivette Vega Calles

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